A partir de la siguiente versión de Linux no habrá que reiniciar el PC al actualizarlo
Por Ander Raso el 18 de febrero de 2015, 13:18
Los esfuerzos de SUSE y Red Hat han conseguido crear la infraestructura que permitirá la actualización del kernel en vivo, sin reiniciar el PC.
Por Ander Raso el 18 de febrero de 2015, 13:18
Los esfuerzos de SUSE y Red Hat han conseguido crear la infraestructura que permitirá la actualización del kernel en vivo, sin reiniciar el PC.
En febrero del año pasado, SUSE presentó un nuevo enfoque para parchear el kernel en vivo, kGraft. Un mes más tarde, los desarrolladores de Red Hat mostraron Kpatch, su solución para conseguir el mismo objetivo. Desde que los dos proyectos fueron presentados han intendado ser aceptados en el kernel Linux, pero ninguno de los dos ha tenido éxito. Ahora, una nueva solución para parchear el kernel en vivo ha sido aceptada en el kernel y recoge lo mejor de los dos proyectos anteriores.
Debemos recordar que está tecnología no es un concepto nuevo, pues kSplice ya lo implementó en su día. Sin embargo, este proyecto fue adquirido por Oracle y ahora proporciona este servicio de una forma propietaria, sin intención alguna de que sea añadida al kernel Linux. Debido a la demanda de esta función tan útil, no es de extrañar que SUSE y Red Hat se pusieran las pilas para crear su propia implementación. Pronto se dieron cuenta que desarrollar por separado para hacer exactamente lo mismo no era una forma práctica de trabajar, así que se sentaron juntos a discutir una solución que contentara a las dos partes.
El esfuerzo conjunto de estos dos grandes ha sido aceptado en el kernel Linux, así que podremos disfrutarlo en todas las distribuciones. De momento solo se ha implementado para arquitecturas x86, pero el soporte para PowerPC, s390 y ARM está de camino. Esta actualización de más de mil líneas de código la veremos en la siguiente versión del kernel, Linux 3.20. Si Linus Torvalds hace unos días preguntaba a la comunidad si debería pasar a Linux a la versión 4.0 en lugar de llamarla 3.20, esta gran actualización podría ser una buena razón para hacerlo.
Debemos recordar que está tecnología no es un concepto nuevo, pues kSplice ya lo implementó en su día. Sin embargo, este proyecto fue adquirido por Oracle y ahora proporciona este servicio de una forma propietaria, sin intención alguna de que sea añadida al kernel Linux. Debido a la demanda de esta función tan útil, no es de extrañar que SUSE y Red Hat se pusieran las pilas para crear su propia implementación. Pronto se dieron cuenta que desarrollar por separado para hacer exactamente lo mismo no era una forma práctica de trabajar, así que se sentaron juntos a discutir una solución que contentara a las dos partes.
El esfuerzo conjunto de estos dos grandes ha sido aceptado en el kernel Linux, así que podremos disfrutarlo en todas las distribuciones. De momento solo se ha implementado para arquitecturas x86, pero el soporte para PowerPC, s390 y ARM está de camino. Esta actualización de más de mil líneas de código la veremos en la siguiente versión del kernel, Linux 3.20. Si Linus Torvalds hace unos días preguntaba a la comunidad si debería pasar a Linux a la versión 4.0 en lugar de llamarla 3.20, esta gran actualización podría ser una buena razón para hacerlo.
¿Cómo afectará al usuario final?
A los usuarios normales de Linux no les va a suponer un gran cambio, pues todos reiniciamos el PC habitualmente y no suele haber nada que dependa de si nuestro ordenador está encendido o no. Sin embargo, si hablamos de servidores esta es una fantástica noticia, pues podrán aplicar actualizaciones de seguridad sin tener que parar sus servicios para reiniciar los equipos. De esta forma, veremos que los servidores harán menos parones, es decir, estarán más tiempo online y eso es algo de lo que todos nos vamos a beneficiar en mayor o menor medida, usemos Linux o no.
Más de: KERNEL, LINUX, SERVIDOR
FUENTE: -Hipertextual.com
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