Si
todavía utilizas Windows 8.1 o inferior y estás intentando acceder a
Steam te habrás dado cuenta de que el cliente ya no funciona. Esto ya lo
avisó Valve en su web oficial, donde dijo que a partir del 1 de enero
Steam iba a dejar de ser compatible con los sistemas operativos Windows
8.1 e inferiores, y que ya no recibirí a soporte en ninguno de ellos.
Hay
una diferencia importante entre que algo deje de recibir soporte, pero
siga funcionando, que es lo que ocurre cuando una versión de Windows se
queda sin soporte, y que deje de recibir soporte y de funcionar. Lo que
le ha ocurrido a Steam ha sido lo segundo, ya no recibe soporte y
tampoco funciona el cliente en esos sistemas operativos que dejan de ser
compatibles.
Valve lo avisó así en su web oficial diciendo que: "El
cliente de Steam no se ejecutará en esas versiones de Windows. Para
seguir usando Steam y cualquier juego o producto comprado a través de
Steam, los usuarios tendrán que actualizar a una versión más reciente de
Windows".
Según la compañía este cambio es necesario por
temas de seguridad, y para seguir utilizando cualquier juego o producto
comprado en Steam tendremos que actualizar a una versión más reciente de
Windows. Cualquier PC compatible con Windows 8.1 puede mover Windows
10, así que en este caso la solución no es complicada. Tenemos esa
posibilidad, y también la de saltar a Linux.
El final del soporte
de Windows 10 en Steam, que todavía está muy lejos, será un momento
bastante más dramático que este fin de soporte de Windows 8.1 y
anteriores, sobre todo porque ahí sí que no estará garantizada la
compatibilidad de equipos con Windows 11, un sistema operativo cuyos
requisitos son más altos que los de Windows 10
La irrupción de la Steam Deck ha cambiado mucho el
panorama del Linux Gaming. La consola (o mini-PC) de Valve ha erigido
al sistema operativo que preinstala, SteamOS 3, como el gran referente
del sector al acaparar el 39,33% de cuota según los resultados de la
encuesta de Steam de junio de 2023. Aparte de la lógica preponderancia
de la distribución desarrollada por el gigante fundado por Gabe Newell,
el propio Linux Gaming vive una situación paradójica en lo que respecta a
las cuotas de procesadores y gráficas.
Para empezar, la cuota total de Linux ha descendido un 0,03% en
comparación con el mes pasado, situándose en el 1,44% de todos los
usuarios de Steam. Pero aquí lo interesante es la competencia interna
dentro de Linux, donde se puede ver que SteamOS Holo ha subido un 14,01% para alcanzar el 39,33%.
El sistema impulsado por Valve ha ganado cuota a costa del resto
de distribuciones y Flatpak, que se identifica como Freedesktop.org SDK
22.08. Por lo demás, lo más destacado es que el uso de Manjaro sigue a la baja
y ahora se sitúa por debajo de Linux Mint, así que la derivada de Arch
Linux ocupa ahora el sexto puesto. La caída de Manjaro sorprende si
vemos que en septiembre de 2022 ocupaba el tercer puesto.
Dejando a un lado la competencia entre sistemas Linux y Flatpak, el dato más interesante es ver a AMD dominando claramente sobre Intel en procesadores con un 67,15% de cuota frente al 32,84%
de su archirrival. Esto choca con la tendencia en Windows, donde las
cuotas se invierten casi literalmente al ser del 32,62% y 67,38%
respectivamente. Otro punto a tener en cuenta es que Linux ha sido
tradicionalmente terreno de Intel, sobre todo porque esta empresa es uno
de los mayores contribuidores del kernel y a niveles generales el
fabricante que mejor soporte da.
No se puede negar que el dominio de AMD entre los usuarios de
Steam para Linux tiene mucho de artificial, sobre todo por el relativo
éxito que ha logrado la Steam Deck (seamos honestos, vender dos millones de dispositivos
sería una miseria hasta para Xbox), pero no deja de ser un dato curioso
en un terreno, el sistema operativo Linux en general, que
tradicionalmente ha sido dominando claramente por Intel.
Los intereses comerciales generados por la Steam Deck y los Chromebooks han animado a AMD a tener un papel mucho más activo en la contribución al kernel.
Tanto es así que en los últimos años no es raro verla superando a Intel
en ese sentido y que se lleve el grueso del protagonismo en un
lanzamiento del kernel, como fue por ejemplo la publicación de Linux 6.3.
Aquí es importante tener en cuenta que AMD, en buena medida, está
recorriendo un camino que Intel ya hizo en el pasado, o dicho de otra
forma, AMD está añadiendo o implementando cosas que Intel consolidó
tiempo atrás.
El éxito de la Steam Deck ha consolidado a Radeon y a Mesa como los estándares para jugar en Linux a nivel de gráficas.
Esto se traduce, según datos que se pueden extraer de la encuesta de
Steam, en un claro domino de AMD en este frente, incluso quitando de en
medio la consola de Valve.
La RX 480, que aquí puede estar englobando a la RX 580 y otros
parientes cercanos, se mantiene como el segundo más modelo más utilizado
seguido de la RX 6700 y sus variantes. La primera NVIDIA que aparece es
la veterana GTX 1060, que ocupa el sexto puesto. Esto contrasta con el
panorama que se ve Windows, donde NVIDIA arrasa con todo gracias a que
ahí el gigante verde sí ofrece un buen soporte, cosa que queda reforzada
por su ventaja en características como el reescalado con DLSS y el
trazado de rayos.
Gráficas más populares entre los usuarios de Steam para Windows según los datos de la encuesta de junio de 2023.
En resumidas cuentas, el Linux Gaming, o al menos Steam para Linux, es
terreno de AMD, tanto en procesadores como gráficas. ¿Quién se imaginó
este panorama cuando el cliente fue publicado por primera vez en el año 2013? En aquella época usar Intel y sobre todo NVIDIA era prácticamente una obligación si se quería tener soporte para jugar, pero el anuncio de GPUOpen en el año 2016 fue el comienzo de un cambio de tendencia que ha desembocado en la situación actual.
Esperemos que AMD y Valve sigan contribuyendo a la pila gráfica
estándar con el fin de reforzar dicha posición, sobre todo ante la
propuesta antiestándar de NVIDIA.
El Pinball es uno de esos juegos míticos de la historia de Windows,
pues llegó preinstalado en sistemas tan importantes como Windows 98 o
Windows XP, hasta que desapareció ante su no inclusión en Windows Vista.
Microsoft dijo en su momento que no lo incluía debido a un "error en la
detección de colsisión" en los sistemas de 64 bits, pero nosotros pudimos probarlo en Windows 10.
Con el tiempo, hemos encontrado esta publicación de Raymond Chen, de diciembre de 2005. En ella, el veterano programador de Microsoft que escribió el pantallazo azul de la muerte
responde a la pregunta de cuál es la característica de Windows XP de la
que está más orgulloso, cuando estábamos a meses de ver Vista. Y la respuesta tiene que ver, aunque no lo creamos, con el Pinball.
El Pinball iba a lo máximo que permitiera la máquina
Cuenta Raymond Chen que "arreglar Pinball" hizo que no consumiera el 100% de la CPU.
Quienes la hayan usado sabrán que el consumo normal era mucho más bajo
que ese. El problema, según repasa Chen, es que el juego estaba escrito
para dibujar frames lo más rápido que pudiera el hardware
Su tarea era mirar el consumo de CPU de Pinball, por lo que miró la tasa de frames que podía activar en la compilación de comprobación del sistema con la que trabajaba. Al hacerlo, vio que en hardware de la época funcionaba a más de 1.000.000 de fps.
Al operar de esa forma, el consumo de CPU se disparaba. ¿La solución de Chen? Añadir un limitador para que el Pinball no pasara de 120 fps,
una cantidad más que suficiente para un juego así. Esa decisión fue
suficiente para que el 100% de CPU pasara a un 1%. "Ahora puede jugar a
Pinball mientras esperas a que tu documento se imprima sin notarlo en la
velocidad de impresión", bromeaba Chen.
El año pasado ARM presentó ARMv9,
su primera arquitectura para chips en la última década. Con ella
llegaron los primeros chips que la aprovechaban, y ahora la compañía ha anunciado la segunda generación de estos chips: llegan los ARM Cortex-X3, ARM Cortex-A715 y ARM Cortex-A510, pero esperad, porque aún hay más.
La gran sorpresa de hecho puede no estar en esas CPUs mejoradas, sino en las nuevas GPUs 'Inmortalis',
que suceden a las Mali y que contarán por primera vez con soporte de
trazado de rayos. Eso plantea móviles aún más preparados para gamers.
ARM quiere decir adiós a los 32 bits, pero no del todo
La más potente de todas estos procesadores es el Cortex-X3, que está
orientado a obtener mayor rendimiento: según ARM es capaz de lograr hasta un 22% con respecto a los Cortex-X2.
En la compañía incluso hicieron un guiño a su potencial papel en
portátiles: sería, afirmaban sus responsables un 34% más potente que
portátiles "de consumo" con un Intel Core i7 1260P de 28 W.
La eficiencia también parece haber ganado enteros,
pero en ARM no parecían especialmente enfocados en ese apartado: con el
mismo consumo los Cortex-X3 son más potentes que los X2, pero no se
dieron cifras concretas de ganancias respecto a la generación anterior
para estas CPUs.
En segundo lugar están los Cortex-A715, que son también una evolución
de los Cortex-A710 del año pasado y que destacan por algo también
importante: son chips que (como los Cortex-X2 y los Cortex-X3) únicamente soportan binarios de 64 bits, mientras que los anteriores aún seguían dando soporte a los de 32 bits.
La ganancia en rendimiento es modesta, de un 5%, pero no es mala noticia si tenemos en cuenta que estos núcleos son tan potentes como los Cortex-X1 que se lanzaron en 2020 y que por ejemplo son la base de los actuales Google Tensor.
Donde sí hay mejoras significativas en eficiciencia respecto a sus antecesores: son chips un 20% más eficientes que los Cortex-A710, lo que sin duda ayudará a alargar la autonomía de la batería.
Los últimos protagonistas en esa nueva familia de CPUs son los
núcleos eficientes (little) Cortex-A510 que ganan un 5% en eficiencia y
que curiosamente recuperan de forma opcional el soporte de binarios de 32 bits, algo curioso cuando la anterior versión de estos chips —también llamada Cortex-A510— solo ofrecía compatibilidad para 64 bits.
Apuesta por el raytracing
El otro gran anuncio de ARM fue la llegada de las GPU Inmortalis-G715, que destacan especialmente por ser los primeros núcleos gráficos de la compañía con soporte para trazado de rayos o ray-tracing.
Ese soporte permitirá contar con experiencias visuales —juegos, sobre todo— más fotorrealistas
en las que la forma en la que se simula cómo la luz afecta a una escena
—en reflejos, sombras, etc— es mucho más precisa y fiel a la realidad.
En la GPU Inmortalis G-715 se logra un 300% de mejora en trazado de rayos
respecto a las GPUs Mali que apenas prestaban atención a ese apartado, y
eso que el área de Shader Cores utilizada para este propósito
representa menos del 4% del total del chip
Los chips son además un 15% más potentes y un 15% más eficientes
que los núcleos de las Mali-G715 anteriores, aunque también es cierto
que este "rebranding" de las GPUs Mali cuenta con entre 10 y 16 núcleos
Shader, cuando las Mali-G715 contaban con entre 7 y 9.
Hay una segunda GPU, la Mali-G615, que es más modesta
(entre 1 y 6 Shader Cores). No ofrece soporte para trazado de rayos,
pero sí para Variable Rate Shading, otra opción importante para juegos
móviles.
Veremos cómo los aprovechan los Snapdragon, Dimensity y Exynos de 2023
A partir de aquí queda por ver cómo estos nuevos núcleos de CPU y GPU son aprovechados en futuros diseños de Qualcomm, Mediatek o Samsung, por ejemplo.
Es de esperar que los Snapdragon, los Dimensity y los Exynos de 2023
hagan uso de una combinación de esos Cortex-X3, Cortex-A715 y
Cortex-A510 en sus futuros SoC, y que también aprovechen las nuevas
prestaciones de las GPU Inmortalis-G715.
También será interesante comprobar cómo impactan estos núcleos en la
teórica despedida (gradual, eso sí) de las aplicaciones móviles de 32
bits. Parece claro que ARM quiere aquí ir diciendo adiós a dichas
opciones y forzar —con algo de margen— a que los desarrolladores den el salto definitivo a arquitecturas y binarios de 64 bits.