Microsoft mostró Windows 11 en junio. La compañía decidió cambiar la forma en la que introducía sus novedades en el sistema, y ahora hace primero una serie de grandes cambios, y luego va realizando pequeñas mejoras. El problema es que ese cambio de filosofía no ha servido de mucho, y la versión preliminar de Windows 11 ha tenido numerosos fallos en los últimos meses, algunos de los cuales se introducían tras actualizar, tal y como nos tiene acostumbrados la compañía.
El día del lanzamiento, Microsoft tiene preparado un parche con correcciones de errores que se instalará encima de la versión RTM que muchos fabricantes ya están instalando en los nuevos ordenadores que están fabricando. Esto se hace en cada lanzamiento de Windows, al igual que ocurre en muchos juegos con los llamados parches de día cero o de día 1.
Así, a sólo cinco días del lanzamiento oficial, y donde muchos fabricantes ya han recibido la versión RTM, Windows 11 todavía tiene muchos fallos presentes en elementos tan básicos como el menú de inicio, la barra de tareas o la búsqueda del sistema. La compañía ha lanzado la nueva build 22468 para los Insiders que estén dentro del canal de desarrollo. El problema es que algunos de esos parches puede que no lleguen a la versión final de Windows 11 para el próximo 5 de octubre.
Hay fallos que siguen sin arreglarse en Windows 11
Según Microsoft, la actualización «soluciona una gran cantidad de fallos y añade mejoras». Entre ellas, Microsoft destaca dos mejoras: una, que si estamos usando una conexión de VPN, podemos ver las estadísticas de uso de la conexión. La segunda permite desactivar las búsquedas recientes cuando pasamos el ratón por encima del botón de búsqueda en la barra de tareas.
Sin embargo, el largo listado de fallos solucionados es realmente preocupante a falta de sólo cinco días para el lanzamiento. La propia compañía ha reconocido que algunas soluciones que ya están disponible en el canal para desarrolladores no van a llegar a la versión final el día del lanzamiento.
En las últimas semanas, Microsoft ha solucionado fallos relacionados con cuelgues en explorer.exe y en la barra de tareas. Sin embargo, hay otros reportados que no están arreglados, como problemas de consumo de energía, o la imposibilidad de escribir texto usando la opción de Búsqueda desde la barra de tareas. También hay problemas donde la barra de tareas parpadea al cambiar del ratón al teclado.
Otro fallo muy común que Microsoft no ha arreglado es el que afecta al nuevo panel de widgets, donde el panel se queda vacío y se pierde todo. La solución de la compañía es volver a loguearse en el sistema. Hay otro fallo que no hay manera de arreglar relacionado con los widgets, donde pueden aparecer a un tamaño incorrecto si se usan monitores externos en un portátil.
En definitiva, si actualmente no tienes ningún problema con Windows 10, lo mejor es esperar unos meses antes de actualizar a Windows 11. Así, le daremos tiempo a que se solucionen numerosos fallos, y que se lancen los correspondientes drivers para todos nuestros componentes y periféricos.