Publicado el por Juan Ranchal
El 29 de febrero de 2012 la Fundación británica detrás de la Raspberry Pi comenzó a aceptar pedidos de esta revolucionaria microcomputadora inspirada en el Mac Mini de Apple. Unas horas después, cuando el equipo celebraba el lanzamiento en un pub con unas buenas cervezas, le llegó información de sus socios de hardware, Farnell y RS Components: la oferta inicial había sido arrasada con 100.000 pedidos y no tenían inventario para cubrirlos.
Un éxito abrumador para el desarrollo que en estos diez años se ha convertido en el líder en ventas de la categoría de mini-computadoras de placa única o SBC. Aunque el objetivo inicial de la fundación británica sin ánimo de lucro del mismo nombre era estimular la enseñanza de ciencias de la computación en las escuelas, su bajo coste y su enorme flexibilidad de uso, la ha convertido en tremendamente popular en otro buen número de segmentos.
La Raspberry Pi original, ya mostraba su potencial. Usaba un SoC con CPU ARM11 de 700 MHz junto con 512 MB de RAM, del que se dijo tenía un rendimiento real equivalente a un Pentium II de 300 MHz con capacidades gráficas cercanas a la Xbox original. Aunque no era hardware abierto y la Fundación firmó contratos de distribución con empresas concretas, la realidad es que cualquiera puede convertirse en revendedor o redistribuidor de estas placas. La Fundación mantiene el control de la tecnología usada, pero su uso es libre a nivel de usuario.
El software que lo soporta sí es de código abierto. El sistema oficial de la plataforma es el Raspberry Pi OS basado en Debian (con nueva versión de 64 bits reciente), aunque se soportan otros Linux como Arch Linux ARM o Pidora, el sistema de moda en embebidos RISC OS 5 y hasta un Windows 10 IoT Core. Para desarrolladores y aprendices, se promueve el lenguaje Python especialmente y se soportan otros como Tiny BASIC, C, Perl y Ruby.
El resultado del proyecto ha sido espectacular. El primer año se vendieron un millón de unidades y desde entonces no ha dejado de crecer. En 2015 llevaba vendidas cinco millones y en 2017 quince millones. En sus primeros diez años, se han entregado 45 millones de unidades. Es la computadora británica mejor vendida de la historia y pocos modelos pueden presumir de haber alcanzado esas cifras.
Versiones de Raspberry Pi
Desde el original «Raspberry Pi 1 modelo A» se han producido medida decena de nuevas versiones que han ido mejorando el rendimiento del SoC principal, la capacidad de memoria o la conectividad. La más avanzada es el modelo Pi 4 con 8 Gbytes de RAM LPDDR4, SoC Broadcom BCM2711 con cuatro núcleos Cortex A72, Wi-Fi y Bluetooth, microSD y una buena colección de puertos incluyendo USB Tipo C y A, y salida de vídeo para alimentar hasta dos monitores 4K.
Además de la mejora de la serie general, la Fundación ha producido otras versiones especializadas como las Pi Zero o las Pico Mini de menor consumo y un precio aún más económico que los 35 dólares que se ha venido manteniendo como referencia.
Otra versión oficial de interés fue la Pi 400, un PC completo construido en un factor de forma de teclado compacto que gustó mucho ya que simplificó la configuración para comenzar a disfrutar este desarrollo sin complicaciones de montaje. En estos 10 años no han faltado accesorios oficiales de terceros como chasis, pantallas, sistemas de refrigeración y otros.
¿Qué se puede hacer con una Raspberry Pi?
Esta ampliación del ecosistema ha servido para aumentar su potencial de uso y de hecho hoy se puede usar para un montón de proyectos. Para programación, como centro multimedia, como base para crear PCs básicos, como router anónimo para TOR, para máquinas de juego, como tablet, para robótica, para crear cámaras de vigilancia, como traductor universal, como recreativas en un tamaño mínimo, y un larguísimo etc, en los que trabajan una multitud de apasionados de este desarrollo.
Puedes empezar solo con la placa e ir añadiendo lo que necesites o comprar distintos kits que incluyen todo lo necesario. La misma placa, el chasis, la caja, la fuente de alimentación, la microSD ya cargada con Raspberry OS y más para facilitar que usuarios sin demasiada experiencia pueden empezar desde cero. La actual situación de la industria del chip ha elevado ligeramente los precios, pero siguen siendo contenidos para el potencial que ofrecen.
En cuanto al software, están disponibles para descarga y uso gratuito las imágenes necesarias para poner en marcha el sistema operativo oficial Raspberry Pi OS que los fans conocían como Raspbian. También se ofrece la aplicación Raspberry Pi Imager que facilita la creación del sistema en máquinas con Windows, macOS y Linux, sobre la microSD que uses con la Raspberry.
Aunque se pueden usar otras alternativas en computadoras de placa única, este desarrollo sigue siendo muy recomendable para cualquiera que quiera divertirse y aprender. Para conmemorar el décimo aniversario del lanzamiento, la Fundación se ha asociado con el Museo Nacional de Computación para ofrecer una exhibición temporal que cuenta la historia de las Raspberry Pi. La exhibición abrirá el próximo fin de semana y la ceremonia se transmitirá en vivo por Internet el 5 de marzo.
Fuente Original: Muycomputer.com.
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